Neuro-Otología: Evaluación vestibular y audiológica

Evaluación vestibular y auditiva en pacientes con LCT: Recomendaciones

Los pacientes con LCT suelen experimentar disfunciones vestibulares y audiológicas, que se manifiestan a través de síntomas como pérdida de audición, mareos y problemas de equilibrio. Es crucial realizar una evaluación exhaustiva, que incluya valoraciones clínicas y neurotológicas. Las pruebas diagnósticas de patología significativa pueden incluir audiometría, timpanometría y pruebas de función vestibular como ENG/VNG y pruebas de silla giratoria, en función de las indicaciones clínicas. Algunas pruebas pueden requerir repetición para un diagnóstico más claro y una planificación eficaz del tratamiento.

Evaluación auditiva en pacientes con traumatismo craneoencefálico: Recomendaciones

Para los pacientes con pérdida de audición, acúfenos o alteraciones del equilibrio, se recomienda una audiometría, especialmente si la LCT se produjo como consecuencia de una explosión. Es aconsejable realizar una audiometría a todos los pacientes con TCE debido a su bajo umbral. Esta evaluación tiene por objeto identificar y cuantificar los déficits auditivos, determinar el tipo de pérdida auditiva y evaluar la idoneidad de la corrección con audífonos. Se recomienda una medida de referencia, y puede ser necesaria una segunda evaluación al final del periodo de cicatrización.

Timpanometría:

La timpanometría se recomienda en determinados pacientes con pérdida de audición, acúfenos o problemas de equilibrio. Este procedimiento mide las presiones del oído medio y ayuda a identificar afecciones como perforaciones de la membrana timpánica, anomalías osiculares, alteraciones y la presencia de líquido en el oído medio como consecuencia de un traumatismo craneal.

Respuesta auditiva evocada del tronco encefálico (BAER):

La BAER se recomienda para determinados pacientes con TCE grave cuando no son viables métodos comunes como las pruebas de cabecera o la audiometría. Esta prueba, que puede utilizarse en la línea de base, ayuda a evaluar el sistema auditivo. Si las anomalías persisten y dificultan otros métodos de prueba, se considera razonable realizar pruebas de seguimiento con BAER.

Pruebas de la función vestibular:

Las pruebas de la función vestibular sirven para definir la gravedad, las posibles causas subyacentes y los resultados esperados de los mareos y los trastornos del equilibrio de una persona. Estas pruebas pueden ser beneficiosas para evaluar y tratar la disfunción vestibular en pacientes con LCT.

Prueba de la silla giratoria: Recomendada para pacientes seleccionados para evaluar el impacto vestibular de la LCT. Las pruebas en silla giratoria evalúan el funcionamiento vestibular y oculomotor, abordando específicamente cuestiones como los mareos y los problemas de equilibrio asociados a las LCT. Esta evaluación suele realizarse una vez.

Electro- o Video-Nistagmografía (ENG/VNG): Se recomienda en determinados pacientes para evaluar el desequilibrio y los mareos relacionados con el traumatismo craneoencefálico. ENG/VNG mide la función del oído interno y del equilibrio central, proporcionando información valiosa para los pacientes que requieren una evaluación diagnóstica adicional de la función vestibular. La prueba mide las respuestas del movimiento ocular a la estimulación del equilibrio del oído interno, utilizando el reflejo vestíbulo-ocular. Esta evaluación suele realizarse una vez.

 

Estudios de deglución en pacientes con traumatismo craneoencefálico: Recomendaciones clave

Estudios de deglución: Recomendados para pacientes seleccionados que experimentan dificultades para tragar u otros síntomas relacionados con la deglución. El deterioro de la deglución (disfagia) es frecuente en algunos pacientes con LCT grave, a menudo atribuido a factores como la intubación prolongada, la traqueostomía, la propia lesión traumática, los medicamentos o el debilitamiento de los músculos de la deglución por falta de uso. Estos pacientes pueden necesitar pruebas para evaluar la función de deglución, identificar el grado de disfunción y determinar la adecuación de la protección de las vías respiratorias. Aunque existen diversas pruebas, todas ellas tienen por objeto evaluar la capacidad de deglución del paciente. El umbral para someterse a estudios de deglución es bajo, sobre todo entre aquellos con intubación prolongada, traqueostomía, dificultad para tragar o signos de arcadas o aspiración.

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